La Piedra de Liathmond

¡Buenas!
¿Que tal os va todo? XD
Para animar este topic, he decidido poner aqui un relato que escribí para un concurso ^^
Con ayuda de Aeriel, que me ha convecido xD

Espero que os gute y que lo disfruteis como yo lo hice escribiendolo ^^

Perdonad si veis alguna falta de ortografía o si hay alguna palabra repetida ^^'

LA PIEDRA DE LIATHMOND.

No estaba allí.
Tomé una gran bocanada de aire, sintiendo como penetraba en mis pulmones, y después, lo expulsé lentamente.
Miré hacia todos los lados. Él no estaba allí. Seguramente, si hubiera estado más atenta a lo que debía de estar, quizá no estaría ahí, perdida en un bosque que no conocía de nada y, lo más importante, sola.
El bosque se teñía de un color rojizo. El sol se iba escondiendo y las nubes iban apoderándose de Liathmond, para dejar paso a la luna, que otra vez iba a iluminar el bosque.
Algunos magos solían acercarse allí con frecuencia, cuando atardecía para rezar a los dioses: Haifin; el dios de la raza humana, Simphonia; la diosa de la raza Enturh y Zefair; el dios de la raza vampira. Las leyendas cuentan que fueron elegidos hace muchísimos años. Nadie sabe quién lo eligió ni por qué. Otras leyendas dicen que para proteger la Piedra de Liathmond, pero, algo pasó… Haifin; el dios humano, mató a una Enturh y entonces, entre Simphonia y Haifin, hubo una gran batalla. La diosa Enturh también contaba con Zefair, ya que él estaba enamorado de ella y no la dejaría sola.
Tras años de guerra, Haifin logró vencer a Simphonia y Zefair. Los expulsó de Liathmond, dejándoles en Nanrt, una ciudad de elfos, que ya residían allí, para Enturh y para vampiros. Ningún humano podría entrar allí, ni el mismísimo Haifin.
Empecé a andar hacia delante. A lo mejor me encontraría con algún mago o, ¿quién sabe?
Anduve a paso rápido por el bosque. No había salido la luna y mi estómago ya pedía comida.
No conocía los territorios de aquel sitio, ni tampoco a nadie que viviera por allí, por lo menos, para indicarme el camino de vuelta a casa.

Podría haber pasado horas caminando, aunque no sabía exactamente qué hora podría ser. Tenía sueño y muchísima hambre, aunque en ese momento no podía fijar una imagen de algún árbol con frutos en el bosque. ¿Por qué iba detrás de aquel hombre? ¿Acaso me había robado mucho dinero? ¡Claro que no! Era muy poco, y salir corriendo detrás de él, sabiendo que era mucho más rápido que yo…
El cielo dio la bienvenida a la noche, tiñendo todo de color oscuro. La luna salió, era grande y perfecta que hasta daba pena dormirse sin quedarse contemplándola.
Me senté a descansar en el suelo, cerca de un árbol. La hierba era fría y se notaba que estaba algo seca.
Me recosté como pude en el tronco del árbol, sabiendo que podría haber cualquier clase de bichos, aunque me quedaba tranquila cuando pensaba que encontraría algún río para poder bañarme. Sonreí para mí misma y cerré los ojos.
Pensé en mi abuela, que a esas horas estaría esperándome, preguntando a la gente de la ciudad si me había visto… La echaba tanto de menos…
No solo me hacia estremecer el hecho de que estuviera preocupada por mí, sino que al estar enferma, no se podía valer por sí misma. Además, solo vivíamos ella y yo en mi casa, nadie podría socorrerla si se caería…
Dejé de pensar, ni de preocuparme e intentar dormir un poco. Por lo menos, para el día siguiente pudiera estar más descansada y buscar el camino para llegar a casa.

Abrí los ojos lentamente, dejando a que mis ojos se acostumbraran a la claridad del día.
Me levanté despacio, con la espalda un poco dolorida de haber dormido mal.
Me sentía muy cansada y sin fuerzas. Debía comer algo antes de nada; pero, ¿dónde podría encontrar algo para comer?
Busqué en los árboles cercanos algún fruto que pudiera llevarme a la boca, pero no encontré nada.
Empecé a caminar, aunque sin mucha esperanza de encontrar comida que no estuviera buena.
De repente, vi a un chico con los ojos cerrados. Estaba sentado, apoyando en el tronco de un árbol. Seguramente sería más mayor que yo, pero no estaba muy segura.
¡Por fin había encontrado una persona! La autoestima se me subió de repente, y me acerqué hacia él, bastante contenta.
Le miré muy de cerca, esperando que se diera cuenta de mi presencia. No se movió para nada.
Tenía el pelo liso, de un color pajizo y la piel muy pálida. Temía que estuviera muerto.
De repente, unos grandes ojos verdes, como dos esmeraldas se abieron de par en par.
Pegué un pequeño brinco hacia atrás.
Se tocó la frente y alzó su vista hacia mí.
-¿Sabes por dónde se va a Liathmond?-pregunté, sin pensar. Pensé que él tendría que saber dónde estaba Liathmond, o por lo menos conocer a alguien que lo supiera.
-No.-Respondió secamente.
-¿Y no conoces a alguien que viva aquí que lo sepa?-aún tenía alguna esperanza.
-Qué va. No conozco a nadie que lo sepa. La verdad, es que vivo yo solo en el bosque…O al menos por estas zonas-finalizó. Se puso en pie y, acto seguido empezó a caminar en la dirección contraria en la que yo había venido.
Tardé unos segundos en reaccionar, saber que se iba y podría perder a la única persona que había conocido, y que pudiera ser la única que viera en mucho tiempo.
-¡Eh! ¡Espera, por favor! ¡Déjame ir contigo!-corrí tras el chico.
Se paró de repente y me miró desafiante.
-Por favor…-le supliqué, arrodillándome ante él. Me pareció algo exagerado, aunque dio buen resultado.
-Como quieras. Mientras no…-se calló-.Sígueme. Te lo contaré en un lugar más…-miró a su alrededor-seguro.
Empezó a caminar y le seguí. Tendría que ser algo muy importante para no decírmelo ahí, pero por otra parte, nadie debería estar vigilando en el bosque.
Preferí fiarme de él, y seguirle.
-Por cierto, ¿cómo te llamas? Aún no me has dicho tu nombre.
-Me llamo Bastian Miller-dijo.
-Yo soy Crystal-sonreí, a pesar de que no me miraba-.Y… ¿vives solo o con alguien?
-Vivo solo en el bosque desde los diez años. Al nacer yo, mi madre murió y mi padre me crió como pudo. Un día se fue, y no volvió. Nunca he vuelto a saber de él-lo último que dijo fue con un hilo de voz.
-Lo siento. Yo vivo sola con mi abuela que está enferma.
-Y por eso tienes que volver, ¿verdad?-preguntó.
-Exacto-asentí-. No sé como volver a Liathmond y seguro que ya estaremos muy lejos…-algunas lágrimas se deslizaron por mi mejilla izquierda. Era una chica fuerte y no tenía que llorar. Demostrarle a Bastian que no era una debilucha.
-No te preocupes-Bastian se giró, mirándome y me puso una de sus manos en mi hombro derecho-.Si quieres…puedes quedarte conmigo.
-¿¡De verdad!?
-Claro-mostró una fila de dientes blanquecinos-.Aunque, ahora que tienes que acompañarme, ¿te gustaría venir conmigo a Nanrt?
¿Cómo? ¿Irme con él a esas tierras, alejadas de Liathmond y prohibidas para los humanos? ¡Era una locura!
-¿Estás de broma, verdad?
-No. ¿Puedo confiarte un…secreto?
Asentí seriamente y agudizando el oído para poder oírle mejor.
-Mi padre era uno de los guerreros que protegían Liathmond, pero al desaparecer, como soy su heredero, pasó a mí el cargo de guerrero. Por eso, mi deber es ir a Nanrt a buscar a tres personas de las razas que habitan allí.
-Ah-solo dije eso. No fui capaz de pararle los pies ni nada por el estilo. No me quedó otro remedio-.Voy contigo.
-Genial-parecía alegrarse de que le acompañara. Eso me hacía sentir orgullosa.
No tardamos en llegar a su pequeña casita, en medio del bosque. Cogió unos polvos de color amarillento, y me los espolvoreó por todo el cuerpo, haciendo lo mismo él.
-Pase lo que pase, no te sueltes de mi mano, ¿de acuerdo?-Asentí, mientras le miraba a los ojos, buscando esa razón de que le impulsa a aceptar el cargo de guerrero, e ir a buscar a esas personas. ¡Era un chiquillo!
Apreté su mano derecha y Bastian hizo un movimiento extraño con la otra mano. Me fijé en que llevaba una especie de estrella y una espada entrelazadas dibujada cerca de la muñeca.
Pronunció un hechizo, supuse y acto seguido cerré los ojos inconscientemente.
Nos trasladamos a Nanrt en un segundo. Fue muy rápido.
Era como en un libro. Pequeñas casitas de madera decoraban las calles junto con pequeños puestos de comida y joyas. Solo se oía los pasos y palabras de la gente que hablaba y, a la vez nos miraba extrañados y con cara de odio.
-No somos bien recibidos aquí, Bastian-seguía cogida de su mano, aunque él no hizo amago de soltarse.
-Lo sé y por eso no tardaremos en irnos. Vamos, tenemos poco tiempo-empezó a andar a paso rápido y yo junto a él, ya que me arrastraba-.Tómate esto-. Me tendió un frasquito con un líquido de color morado.
-¿Para qué es…?-no pude acabar la frase, ya que Bastian me lo impidió.
-No hagas preguntas. El viaje será largo hasta que les encontremos y sería estupendo tenerte relajada y tranquila durante ese período de tiempo, Crystal. Así que…, hazme caso-me guiñó el ojo izquierdo, dejándome sin habla.
Asentí, aunque a regañadientes ya que no me gustaba nada esa idea suya, pero prefería ir medio dormida si es lo que pretendía, a estar rodeada de miradas llenas de odio y rechazo.
Me tomé el líquido de color morado. Sentí como pasaba por mi garganta, quemándomela como si fuera fuego.
Abrí los ojos como platos e intentando no cerrarlos, pero me era imposible.
Me tambaleé y Bastian me sujetó.
-Eres fácil de manejar, Crystal-rió-.Te lo contaré más tarde-entonces, su tono cambió de repente, como si no fuera el chico que había acabado de conocer en aquel bosque.

-¡No, no y no! ¡No pienso colaborar contigo! –una voz femenina llegó a mis oídos.
-Darynka tiene razón. ¿Sabes que nos pasa no, pequeñajo?-una voz más varonil habló.
-No os cuesta nada. Pensad que haréis algo bueno por…-reconocí la voz de Bastian. Estaba con dos personas más, por lo que pude oí.
Abrí los ojos, sabiendo que era hora de entablar conversación con Bastian y preguntarle qué pasaba. Me incorporé fácilmente, a pesar de que me dolía la cabeza un poco.
Entonces no pude creer lo que vi: una Enturh y un vampiro me miraron fríamente.
-¿Pero qué…?-miré a Bastian, quién puso los ojos en blanco, como si supiera lo que iba a pasar-. ¿Podéis explicarme que pasa aquí?
-Estás eran las personas que tenía que buscar. Ellos me ayudarán a encontrar algo muy valioso para los guerreros de Liathmond, la misión que me encomendaron: encontrar la piedra de Liathmond y devolverla para que los ataques de monstruos disminuyan.
-¿¡Qué!?-exclamé, levantándome-¿¡Liathmond está en peligro!? ¡Debo volver, Bastian!
-No tan deprisa- el vampiro alzó una mano-. Debes saber que si vuelves ahora, te matarán. Esos bichos de ahí fuera no son muy respetuosos. Tienes que quedarte con nosotros hasta que todo pase.
El vampiro tenía la piel tan blanca como la nieve misma y unos ojos grises muy grandes. Su pelo era de color negro como el carbón. Tenía unos colmillos que eran visibles a simple vista. Aparentaba unos dieciocho años.
En cambio, Darynka, la Enturh tenía ojos grises con largas pestañas y una larga cabellera de color blanco y negro. Poseía dos alas: una blanca y otra negra. Su piel era igual de pálida como la del vampiro. Tendría unos dieciséis años.
Después de las palabras del vampiro, el silencio reinó entre los muchachos.
Al cabo de un tiempo, Bastian se levantó y decidió ir a buscar a la última persona que faltaba. Darynka fue con él.
-Por cierto, te recomiendo que no te metas con la Enturh. No tiene cara de buenos amigos-me reí del comentario del vampiro-.Me llamo Edmond.
-¿A quién han ido a buscar Bastian y Darynka?-pregunté.
-A Jake. Es un elfo. Oye, Crystal ¿te ha contado Bastian la historia de…bueno, nosotros tres?
-¿Historia?-fruncí el ceño-.No me ha hablado de nada de eso, aunque le conozco hace poco. No tiene confianza en mí, seguro-miré la fogata que estaba enfrente de mí y me calenté las manos.
-Verás, no sé si haré bien en contártelo, pero bueno…Si vienes con nosotros, es necesario que lo sepas. Nosotros tres, Darynka, Bastian y yo descendemos de los tres dioses de las distintas razas. ¿Sabes quiénes son?
Asentí lentamente, asimilando lo que me había dicho, tragando saliva lentamente.
-Según la leyenda, después de devolver la piedra a Liathmond, tendremos que…
-¿¡Qué!?-estaba alarmada. Temía que fuera a decir algo terrible.
-Moriremos. Si la piedra es devuelta, desapareceremos. Es como si dependiéramos de esa piedra. Si la destruyen, desapareceremos junto a ella. ¿Comprendes?
Antes de que dijera nada, Darynka y Bastian venían hacia nosotros, junto a un elfo, que por su apariencia tendría unos quince años.
-¿Estamos listos?-preguntó Bastian-.Él es Jake-. Me dijo, serio como de costumbre.
-¡Hola, Jake! Yo soy…
-Ahórrate tus comentarios. Tenemos prisa. Cuando todo acabe, tendrás tiempo para hablar con tu amigo- el tono de voz de Bastian era seco y muy frío. Me molestó muchísimo ese comentario.
-Démonos prisa, Bastian-Darynka no mostró una sonrisa en todo el rato que estuve con ella.
Empezamos a andar, a un paso muy rápido. No sabía exactamente lo que iba a pasar, ni lo que tendría que hacer…Solo presentía de que de esa no saldría ilesa.

-Oh, no…-murmuré.
No conocía ese lugar, ya que estaba en Nanrt, lugar prohibido para humanos. Era un bosque, como en el que había conocido a Bastian.
-Me alegra saber que habéis venido-un encapuchado estaba enfrente de Bastian, Darynka y Edmond.
-¿Quién…?-le susurré a Jake.
-Es Altaír, el que robó la piedra a Liathmond. Es peligroso.-Me dijo Jake entre susurros.
-Solo nos limitábamos a pasar. Nada más-el entorno parecía muy tranquilo, y la conversación también.
-¡Devuélvela!-exclamó Darynka. Edmond la fulminó con la mirada. Ella no debería haberlo dicho.
-¿Devolver? ¿Está preciosidad?-nos mostró entre sus manos una piedra color esmeralda, muy brillante-. Me pertenece.
Reino un silencio absoluto entre ellos.
-¡No!-grité, ignorando las advertencias de Jake-. ¡Esa piedra pertenece a Liathmond! ¡Fuiste tú quién la robaste!
-¿¡Como te atreves…!?-guardó la piedra en uno de sus bolsillos y uno de sus manos la apuntó hacía mí. Sentí un fuerte dolor en el pecho, como si me oprimieran los pulmones y no pudiera respirar.
-¡Crystal!-gritaron al unísono Jake y Bastian. Intentaron socorrerme, pero algún hechizo se lo impedía.
Me retorcía de dolor en el suelo, intentaba respirar, aunque era inútil…
Cerré los ojos con fuerza, sentí que alguien me cogía y que la temperatura era más alta.
Solo oí:
-¡Llévatela de aquí, Jake! ¡Corre!

-¿Crystal?-oí que alguien pronunciaba mi nombre, me tocaba el pelo cuidadosamente.
-¿Hm…?-abrí los ojos, aunque me costó bastante ya que me pesaban-. ¿Qué ha pasado?
Jake me lo contó todo: Bastian le pidió que me llevara lejos de la lucha, y eso hizo. Después, Jake volvió, y les vio desaparecer poco a poco. La piedra se la dieron y la devolvió a Liathmond. Altaír murió. Bastian y los demás…Desaparecieron.
La piedra fue devuelta y yo volví a Liathmond. Me veía de vez en cuando con Jake y al fin decidió venirse con su hermana a Liathmond, conmigo.
-Gracias-le dije al mercader. Cargué con la fruta y me fui a camino a casa.
-Disculpa…-alguien me tocó por detrás-. ¿Sabes dónde está el palacio?
Me giré y…fue como si le viera ahí, mirándome con esos grandes ojos verdes y el pelo pajizo. Era la vida imagen de Bastian.
-Me llamo Sean Miller y es la primera vez que vengo a Liathmond. Antes vivía en el bosque.
-Encantada de conocerte, Sean-sonreí, y vi a Bastian, detrás de de Sean. Como un espectro. Sonrió y después, simplemente se marchó.


¿Os ha gustado? =)

¡GRACIAS POR LEER!

jajajaja

gran historia

bastante orijinal y con una trama atrayente XD

pero le falto perfecsionamiento y algo de tiempo XD

esta bastante bien

gran relato aerith un 10 de mi parte

se ve que deves de tener talento para esto

yo lo perdi ase mucho

io kreo k lo estoy perdiendo xD

aerith tia!!!!!!!!!!!!!!

ya te dije q me encantaba!!!!!

y q de verdad, es increible q alguien de tu edad sea capaz de acer esa maravilla

se nota q tienes talento como escritora!!

Jajaja
Muchas gracias a todos por los alagos =)
Respecto al comentario de Freddie, lo malo es que era muy poquito espacio (tan solo 10 folis) y con doble espacio creo recordar xD
Asi que... Y si, falta muucho tiempo para hacerlo bien xD Es lo que tiene tener un limite x)

GRACIAS por ese 10, Sora ! =D Te lo agradezco mucho ^^

Tambien queria agradecer a Ariel! =)
Creo que lo unico que se me da bien es escribir, asi que tendre que aprovecharlo, no? xDD

JAJA! Que fuerte, Tifa! O.O
Una chica de 17 años!? OMG! o_o!!

Vuelvo a agradeceros y tambien a dar las gracias por haberlo leido y hacerme calificado desde vuestro punto de vista ^^

Puede que me anime y publique otro XD

¡CHAAO!

mmm ara tengo k animarme io aunke el mio es muy mierda T_T no tengo talento xD

odio que limiten a los artistas

esperemos a que publiques otro esta ves sin limitaciones para que saques todo el talento que puedas XD

Gracias Freddie, y tambien a los demás ^^
estoy trabajando en un relato pero un pelin mas largo =)
Ya os ire publicando poco a poco xDD
¡Chaao!

jajaja

esperemos que sea mas completo

a este como te limitaron no pudiste explicar bien la historia

eso demuestra que tu eres mas de contar cuentos largos

esperemos que el que estas asiendo sea tan bueno o mejor que el anterior ^^

mmm io soi de relatos kortos la verdad xD aunek me motivan los largo tambien

yo también soy de relatos cortos

e echo algunos largos y bastante buenos pero se han perdido y quedado en el olvido

por lo general soy mas de poemas que de relatos

y mis poemas hablan de traición y muerte

no soy muy alegre que se diga

y mis relatos no tenían finales muy felices

mmm io en los finales tengo mis dias xD

io puedo llegar a ser mas cruel k la muerte o enamorar kon la ulzura de un angel...
xD

esta my bien aerith!!! me gusta muxo!!!

yo creo k tmb soy d relatos largos, pero sy poco constante i no los termino... U.U

jajaja eso em pasa a veces yas pero ay k esforzarse

jeje esk empezo cn un videojuego o cn otra historia y...

jajja si suele pasar eso xD