¡Buenas!
¿Qué tal de vuelta de vacaciones? xDD Eso de levantarse tan temprano afecta un poco a la cabeza la verdad pero bueno... Es lo que hay ¬__¬''
Wee! Traigo algo (si puede llamarse así xD) que se me acaba de ocurrir. Se me ha venido a la cabeza XD (Voy a tener que dormir por la mañana y por la noche a escribir que viene la inspiracion! ò.ó)
Eeeem... Esto puede resultar raro xD No sé si haré una mini-historia de unos capitulos, pocos xD o dejarlo como está.
No lo sé, aún xD
Seguramente continuaré porque me gusta como ha quedado y puede que os deje con ganas de más, aunque también incluimos la opción de que no os interese NADA el tema central de la historia xD Pero vamos, aún no sé (necesito consultar con la almohada xDD)
Seguramente pillareis a la primera lo que pasa en la historia o lo que le pasa a nuestra prota que cuenta la historia a tiempo real.
Espero que os guste^^ He mezclado un poco mis sentimientos del principio (mas o menos) con lo otro xD
Quizás si continuo con la historia cambio el titulo, pero por ahora quedaría asi^^
¡Besos!
¿Alguna vez has sentido que todos están en contra tuya y no quieren ni hablarte por algo sin importancia? ¿Por qué me siento la peor de las personas de este juego en el que todos tienen que jugarse la vida por algo que ni siquiera aprecias o admiras? ¿Te has preguntado por qué hay gente que te mira mal o simplemente, tú te ves mal porque las demás personas son superiores por algo insignificante?
A veces, pasa. Y punto. No hay manera de solucionarlo.
Otras personas creen que con una buena ración de bollos y chocolate todo pasa. Otros… sin embargo, piensan que eso no puede ser. ¿Cómo puedes verte bien sabiendo que estás engordando a lo tonto porque estás deprimida, por algo que seguramente al día siguiente ni te acordarás?
Aún me lo pregunto.
Aunque por mi caso, el tomar una buena merienda de bollos y chocolate no es la solución.
Os contaré un secreto del que nadie sabe. Os lo cuento porque sé que puedo confiar en vosotros, porque sé que no hago ningún mal a nadie si os cuento esto… Porque, simplemente… porque sí.
Desde hace unas semanas me encuentro mal. No acudo a clase con mucha frecuencia ya que no me siento con ganas. Y claro, pensareis… ¿Quién tiene ganas de ir a clase? Nadie.
Pero lo mío es distinto, lo mío tiene excusas.
Como he dicho antes, desde hace unos días no estoy del todo bien.
Me mareo mucho, mi ánimo de hacer cosas es absolutamente nulo. Los astros no me sonríen desde hace tiempo y empiezo a verme mal… ¿Por qué no te gusto, señor crítico que reflejas todo lo que se ve cuando tu mirada se cruza con la de otra persona? ¿Por qué criticas cada uno de mis movimientos cuando estoy en frente tuya? ¿Acaso no soy lo suficientemente buena para ti?
Sé que no soy como las demás. No soy doña perfecta, que todo lo tiene, pero no me merezco esos gritos que se oyen en mi cabeza cada vez que te miro.
Algunos como, “Nadie te va a querer siendo como eres. ¡Eres inútil! O… Haz más deporte porque engordas demasiado…”
Creo que tú, la persona que estés leyendo esto ya sabes de qué estoy hablando y que es lo que te voy a contar a partir de ahora.
Solo te pido por tu bien, que no dejes la costumbre de tomar bollos y chocolate cada vez que estés deprimido, porque eso, es un pecado en toda regla.
Me gustaría que no cometieras mi mismo error, por favor.